La conducta procesal de las partes

La conducta procesal de las partes ha sido un tema de importancia fundamental en los estudios del Derecho procesal. Establecer cual conducta es la adecuada dentro de un debate no es tarea facil y los ordenamientos juridicos, la doctrina y la jurisprudencia se preocupan por descubrir la linea divisoria que existe entre la conducta permitida y aquella que no lo es. El libro que el lector tiene en sus manos desarrolla este complejo tema, con propuestas de solucin. Un anlisis histrico y comparado permitir entender los problemas que las normas sobre buena fe procesal, lealtad y probidad, cooperacin procesal y/o abuso procesal, comportan, avanzando ideas para un mejor entendimiento, aplicacin y - por qu no - posibles reformas de normas procesales. El lector se dar cuenta que la expresin que se utiliza para desarrollar el tema es &quote;correccin procesal&quote;, con intenciones de redefinir el fenmeno de la conducta procesal de las partes. Segn afirmamos: &quote;hacemos referencia a la expresin &quote;correccin procesal&quote; para describir el fenmeno de la conducta adecuada de los sujetos procesales, y que preferimos frente a otras expresiones como buena fe, moralidad procesal, cooperacin procesal, lealtad y probidad, pues aquella -que consideramos no tiene cargas emotivas ni transplanta valoraciones axiolgicas- nos parece una expresin neutra y adecuada para una redefinicin, mientras que las ltimas consideramos, generan perplejidades, tanto lingsticas como pragmticas&quote;. La identificacin y aplicacin de la moralidad/buena fe/abuso del derecho est condicionada por los contextos normativos de aplicacin. En cuanto respecta al proceso - principio de correccin procesal - podemos encontrar pautas o variables necesarias para su empleo racional y coherente, en miras a la no afectacin de derechos y garantas procesales de las partes, pero a su vez cuidando los recursos que insume el proceso, as como su eficacia y celeridad, o el respeto entre los sujetos procesales que debe prevalecer en este mtodo que llamamos proceso, pero adems no permitiendo que el instrumento que sirve para resolver conflictos intersubjetivos de intereses se emplee para causar daos injustos. Siguiendo el consejo de J. M MARTNEZ VAL &quote;vivamos el pleito como lo que es: una batalla por un derecho concreto, en que las fintas distraen, pero no resuelven, vivmoslo con vigilancia a la forma y la ms profunda atencin al fondo y al objetivo final, que es lo que importa&quote;.